Émilie du Châtelet

Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, marquesa de Châtelet (1706-1749), pese a nacer en una época nada propicia a que una mujer se dedicase a la ciencia, se apasionó desde joven por las matemáticas y la física. Tuvo la suerte de que un amigo de la familia, M. de Mezieres, reconociese su talento y la animase a cultivarlo.

Casada y con tres hijos, estableció una relación con Voltaire, al que invitó a su castillo de Cirey para protegerlo de la justicia, que le buscaba por algunos de sus escritos. Alli pasaron juntos varios años, en los que se dedicaron al estudio de Leibniz y Newton. Voltaire la incluiría en el frontispicio de su obra Elémens de la philosophie de Newton como su musa (imagen derecha).

Châtelet recogió sus comentarios sobre el pensmaiento de Leibniz en la obra Institutions de physique. Después pasaría a Newton, del que tradujo sus Philosophiae naturalis principia mathematica.

De su independencia de pensamiento dan muestras el que se decantase, siendo francesa, por Newton frente a Descartes, y que quisiese llevar a cabo una síntesis entre la metafísica de Leibniz y la física de Newton.

En 2010 Kaija Saariaho estrenó la ópera Émilie, sobre la vida de la matemática.