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FrankensteinLa invención, hay que admitirlo humildemente, no consiste en crear del vacío, sino del caos; en primer lugar hay que contar con los materiales; puede darse forma a oscuras sustancias amorfas, pero no se puede dar el ser a la sustancia misma. [...] En esta disposición de ánimo me consagré a las matemáticas y a las ramas de esa ciencia, puesto que era la única edificada sobre firmes cimientos, y digna por tanto de mi interés. [...] La química es la rama de la filosofía natural en la que se han hecho y pueden hacerse los más grandes progresos; es es la razón por la que la he convertido en mi especialidad; pero al mismo tiempo, no he descuidado las demás ramas de la ciencia. Sería un mal químico si me dedicara solamente a esa parcela del saber humano. Si su deseo es llegar a ser verdaderamente un hombre de ciencia y no un mero experimentador, le aconsejo que se aplique en todas las ramas de la filosofía natural, incluidas las matemáticas. [...] Nadie sino aquellos que las han experimentado pueden imaginar las seducciones de la ciencia. En los estudios se puede llegar hasta donde han llegado los demás, y nada hay más allá; pero en una investigación científica hay continuamente terreno para el descubrimiento y el asombro. |
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Mary W. Shelley. Frankenstein, pp.13,51,59,62. |
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Sitio + o - matemático de Alberto Rodríguez Santos. Correo: alberto@epsilones.com. En la red desde el 4-7-2002 (ya hace). Última actualización: ver Novedades. |