Ilusión
del tablero sombreado
Pocas ilusiones ópticas demuestran como esta algo que antes o después hay que asumir: nuestro cerebro nos engaña.
Con un programa cualquiera de dibujo se puede (mejor en la ampliación)
recortar un trozo del cuadrado marcado con la A, otro del marcado con
la B y colocándolos juntos comprobrar que, aunque pareca mentira, son del
mismo color. Ver como van cambiando de intensidad de gris ante nuestros
ojos resulta perturbador. Más sencillo, pero menos convincente para los suspìcaces, es ver el siguiente vídeo.
El autor, un investigador del MIT, explica que la ilusión se debe
a los distintos trucos que utiliza nuestro cerebro para no dejarse engañar
por las diferencias de luminosidad que presentan los objetos, y que hacen
que a veces superficies oscuras parezcan más brillantes que superficies
claras.
Para ello, el cerebro corrige la información que recibe teniendo
en cuenta cosas como los contrastes y las sombras. Mediante estas correcciones
percibimos todos los escaques "claros" como tales, cuando resulta
que el marcado con la B es igual de oscuro que el marcado con la A.
Una imagen que explota el mismo efecto es la de la derecha. Vemos dos teclas, una blanca y una gris. Sin embargo, si colocamos un dedo tapando la separación entre A y B (de modo que se sigan viendo las letras A y B) veremos que ambas regiones tienen el mismo color.
Web: Braiden
|